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Claves para evitar los resfriados en otoño

*Contenido exclusivo para suscriptores

Con la llegada del otoño, los resfriados se convierten en visitantes frecuentes. Pero ¿cómo podemos protegernos de esta amenaza? El resfriado común es una infección viral que afecta principalmente a la nariz y la garganta. Aunque no existe una cura milagrosa, podemos tomar medidas para prevenirlo.

Lo primero que debemos tener en cuenta es la hidratación; beber suficiente agua es esencial para mantener nuestro cuerpo hidratado y funcionar correctamente. La deshidratación puede debilitar nuestro sistema inmunológico y hacernos más susceptibles a las infecciones. Por lo tanto, es importante beber agua a lo largo del día.

Alimentando tus defensas: la importancia de una dieta equilibrada

Una buena nutrición también es fundamental. La vitamina D, el zinc y los probióticos pueden ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Las investigaciones muestran que las personas que no obtienen suficiente vitamina D tienen muchas más probabilidades de sufrir una infección de las vías respiratorias superiores (que causa tos, picazón en la garganta o congestión nasal) que aquellas que consumen mucha vitamina D. Mientras que tomar zinc (generalmente en forma de pastillas de zinc o aerosoles nasales de gluconato de zinc) parece reducir la duración y la gravedad de los síntomas una vez ya han aparecido.

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Con la llegada del otoño, los resfriados se convierten en visitantes frecuentes. Pero ¿cómo podemos protegernos de esta amenaza? El resfriado común es una infección viral que afecta principalmente a la nariz y la garganta. Aunque no existe una cura milagrosa, podemos tomar medidas para prevenirlo.

Lo primero que debemos tener en cuenta es la hidratación; beber suficiente agua es esencial para mantener nuestro cuerpo hidratado y funcionar correctamente. La deshidratación puede debilitar nuestro sistema inmunológico y hacernos más susceptibles a las infecciones. Por lo tanto, es importante beber agua a lo largo del día.

Alimentando tus defensas: la importancia de una dieta equilibrada

Una buena nutrición también es fundamental. La vitamina D, el zinc y los probióticos pueden ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Las investigaciones muestran que las personas que no obtienen suficiente vitamina D tienen muchas más probabilidades de sufrir una infección de las vías respiratorias superiores (que causa tos, picazón en la garganta o congestión nasal) que aquellas que consumen mucha vitamina D. Mientras que tomar zinc (generalmente en forma de pastillas de zinc o aerosoles nasales de gluconato de zinc) parece reducir la duración y la gravedad de los síntomas una vez ya han aparecido.